En una nota dirigida a la ministra interina de salud pública, Dra. Cristina Lustemberg, las autoridades del Sanatorio Americano dieron detalles de lo sucedido en la jornada donde una chispa que se disparó desde una soldadora eléctrica mientras se realizaban trabajos de mantenimiento en el tercer subsuelo, provocó un pequeño incendio en el recubrimiento aislante de tanques de agua (poliuretano expandido y cuero sintético) pertenecientes a la red de agua del edificio.

El incidente ocurrió poco después de las 9:00 horas del viernes 4 de noviembre, y la rápida acción del personal de mantenimiento y la intervención del destacamento de bomberos del Cordón, controló el foco ígneo en breves minutos, pero la gran concentración de humo determinó la inmediata implementación del plan de contingencia y evacuación.

Dicho plan establece el traslado de pacientes a otras áreas e incluso a otras instituciones asistenciales.

Al momento del incendio habían 133 pacientes internados en los diferentes servicios del sanatorio, habiéndose trasladado 25 de ellos a otras instituciones – 4 a servicios de emergencia – 13 a servicios de internación de cuidados intensivos y 4 trabajadores el Sanatorio del Banco de Seguros.

Los pacientes adultos que se encontraban internados en cuidados intensivos polivalentes y cardiológico se mantuvieron en sus áreas, implementándose una «zona segura del paciente en cama», que tenía mayor dificultad para el traslado, tanto en el primer como segundo piso, y la cirugía cardíaca que se realizaba a esa hora se continuó con normalidad.

En el patio central se implementó un triage donde se definieron tres áreas de trabajo, una sobre la vereda de la calle Isabelino Bosch en la que se ubicaron los pacientes catalogados como de riesgo intermedio y alto, que fueron los que requirieron traslado a otros centros; sobre la vereda de la calle Pouey se ubicaron los pacientes de riesgo bajo y trabajadores afectados por la inhalación de humo, y desde allí se otorgó alta domiciliaria a aquellos que no requerían más cuidados, algunos de los cuales estaban consultando en el servicio de emergencia; finalmente sobre el sector de consulta ambulatoria del Sanatorio, ubicado en un edificio al otro lado de la calle Bosch, se ubicaron los pacientes pediátricos, trasladándose los de riesgo intermedio y alto.

Aproximadamente a la hora 11, con el aval de bomberos, se habilitó el uso de todas las áreas asistenciales y se comenzó con el reingreso de los pacientes a sus salas de internación, retomándose además la actividad asistencial en el servicio de emergencia.

Evaluados los trabajadores expuestos al humo, los asintomáticos o con síntomas leves fueron derivados al Banco de Seguros, quedando la totalidad del personal de mantenimiento (20 trabajadores) en evaluación en el servicio de emergencia.

Un médico toxicológico realizó la evaluación de la totalidad de estos pacientes, a los que integrantes del equipo de salud le realizaron gasometría arterial y carboxihemoglobina, remitiéndose al Sanatorio del Banco de Seguros una vez que se cuente con los resultados de la paraclínica, según las disposiciones vigentes.

foto Diario El País