La hepatitis B es una infección hepática potencialmente mortal causada por el virus de la hepatitis B (VHB). Representa un importante problema de salud a escala mundial. Se puede cronificar y conlleva un alto riesgo de muerte por cirrosis y cáncer de hígado.
En zonas de alta endemicidad, la hepatitis B se transmite por lo general de la madre al niño durante el parto (transmisión perinatal) o de modo horizontal en el entorno doméstico (por exposición a sangre infectada), en particular de niños infectados a niños sanos durante los primeros cinco años de vida. La cronificación es muy común en lactantes infectados y en menores de 5 años.
La transmisión se puede producir también durante procedimientos médicos, quirúrgicos y dentalesde pinchazos, tatuajes, perforaciones y exposición a sangre o líquidos corporales infectados (saliva, semen, flujo vaginal y menstrual). También se puede puede transmitir por vía sexual.
La infección en la edad adulta se cronifica en menos del 5% de los casos, mientras que en los lactantes y los niños pequeños esta proporción es del 95%.
El virus, que puede detectarse entre 30 y 60 días después de la infección, puede persistir y dar lugar a una hepatitis B crónica.

La Detección e identificación en el laboratorio se realiza para los genotipos A- H o HBeAg negativo. La técnica tiene un alcance a muestras clínicas de sangre entera y/o plasma.